Desde el martes América alberga a sus tradicionales huéspedes en el prime time, los mismos a los cuales les reserva su lugar durante el arco estival, y recibe con los brazos abiertos, y sin condicionamientos, al inicio de la nueva temporada.
Evidentemente, la apuesta no es al rating desmesurado, sino a números suficientes para cosechar tener buena cantidad de publicidad y para incrementar su fama de canal que cuida a las figuras, y no les pide efectividad a toda costa.
De hecho, RSM arrancó su séptima temporada, y seguramente como el año pasado, le planteará un mano a mano y un cabeza a cabeza a Bendita, que no será transmitido por la conductora y su equipo, que seguirán haciendo “el mismo programa de siempre”, que no es más ni menos, que respetar el espíritu de aquel primer día.
Igual con Un mundo perfecto y Roberto Pettinato, al que se le volverá a permitir la presencia de una banda en vivo, e incluir algunos ribetes de ese “night show” que siempre soñó hacer, aún cuando en 2009 no funcionó.
Es que América deja probar, repite fórmulas, no pone a sus figuras entre la espada y la pared, y les cuida sus lugares vip.
En una tele en donde los tiempos son cortos, la tolerancia se reduce a cero, y la inmediatez y los resultados son los valores prioritarios, este canal elige conservar un estilo, y mantener sin alteraciones la estadía de sus huéspedes de lujo.
Apuesta a un modelo, y lo respeta, no es poco.
FUENTE: TELEVISION.COM.AR
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